Pequeño tributo a una de las pintoras que a lo largo de los años ha influído en mi obra. Esos tonos vivos, viscerales y tan mexicanos, esos corazones llenos de grietas, sentimiento y dolor donde poder respirar, el pan de oro alumbrando y dando luz.

Va para ti, Friducha eterna.

“Mi sangre es un milagro que, desde mis venas, cruza el aire de mi corazón al tuyo”.

Técnica: óleo, pan de oro y texturas sobre tela.

Medidas: 30x40cm.

 

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