El sol y la luna, como Romeo y Julieta, entre capuletos y montescos perdieron su cordura. El sol ardiendo de deseo, la luna tiritando de frío en las nochuras. Es desde entonces que furtivamente se juntan, y burlando todo control se aman apasionadamente formando un eclipse de sol.

El agua siempre bailando con el ritmo que le marca la luna. Óleo y pan de oro sobre madera de 2cm. 38cm de diámetro

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